martes, 30 de noviembre de 2010

al principio

bueno, tal vez eso quede demasiado lejos.



al principio tenía 18 años y había una escalera llena de escalones que... eran mas fácil bajar que subir. quien sabe porque dejé marcar mi vida por los errores de otras personas, porque envidiaría los fallos ajenos hasta tales puntos de, llegar a hacerlos míos propios. 

al principio observé que es lo que no se debía de hacer, porque hacía daño, que había heridas que era mejor no tenerlas que curar nunca, que había personas a las que el egoísmo les dejaba ciegos, y así, aunque esto no forme parte del principio, terminé siendo yo.

al principio uno aprende, no precisamente por cabeza ajena, pero se aprende...  y no volveré a desgarrar la seda, para al abrir los ojos, ver el suelo acolchado por retorcidos hilarajos deshilachados.